2. El estado de la educación española pública

 Bonjour à tous!

En el post de hoy analizaré si, en mi opinión, la Educación española tiene la calidad necesaria o si somos nosotros mismos los que la despreciamos. Hablaré desde el punto de vista de una alumna que siempre ha estudiado en instituciones públicas, porque desconozco cómo lo harán en otro tipo de centros...

Para mí, el problema que tiene la Educación española es que se basa demasiado en la memorización de conocimientos para soltarlos en el examen y que después se queden olvidados en el fondo de nuestra memoria, o ni eso... Lo menos común es que se desarrolle la reflexión para convertir a los alumnos en futuros pensadores críticos que cuestionen el porqué de las cosas y tengan ganas de averiguar más. Creo que debería ser más importante que los alumnos comprendan lo que están estudiando y que vean para qué les servirá en un futuro. Aprender por aprender no debería ser el principal sentido de nuestra educación, porque así solo conseguiremos que lo único importante sean las notas y quitaremos importancia a la intuición, a la libre búsqueda de otros conocimientos, a la creatividad y al deseo de profundizar en lo visto.

Esto me hace recordar que la mayoría de los centros educativos actuales se están pasando a la educación bilingüe mientras que otros están decidiendo eliminarla después de la experiencia. El propósito está muy bien, pero no se desarrolla de manera correcta. Los alumnos dan algunas de sus asignaturas en inglés (o en el idioma de su elección), pero luego todos los términos que han aprendido no saben explicarlos en su lengua materna. Lo que indica que, de nuevo, aprenden de memoria una serie de temarios pero no saben lo que están estudiando ni lo que están diciendo. Por tanto, no están ni aprendiendo otra lengua ni nuevos conocimientos generales.

A continuación, me parece importante señalar el papel de los profesores. La mayoría de veces se ven obligados a enfrentarse a grupos masificados en las aulas y se ven sobrepasados. Esto desemboca en el desánimo del docente que acabará teniendo consecuencias en los propios estudiantes. Por suerte, no todos se dejan llevar por la frustración y ayudan a sus alumnos a sacar lo mejor de ellos. El problema está en que se sigue dando mucha importancia a la entrega de deberes y las notas de las evaluaciones. Por eso existe una presión constante por ser el mejor de la clase, así que los que no consiguen alcanzar cierto nivel de exigencia se vienen abajo. A veces son los propios profesores los que promueven un ambiente de competición entre los compañeros, lo que, en mi opinión, no es siempre sano. La autoexigencia lleva a alguno a abandonar directamente.

 

Parece que solo me estoy centrando en los aspectos negativos y no quiero que lo parezca. Me gustaría resaltar también lo positivo y es que en España tenemos la gran suerte de contar con una educación pública y gratuita; cosa que no pueden decir todos los países. Creo que las instalaciones de los colegios e institutos suelen estar en buenas condiciones y ayudan a potenciar el uso de las nuevas tecnologías (que, para bien o para mal, tendrán que saber usar). La mayoría de los profesores ya da sus clases con ayuda de las novedades tecnológicas y esto hace que sean más atractivas para los alumnos y estos puedan disfrutar de más accesibilidad a los contenidos. Para mí, apostar por la educación pública es sinónimo de educar a los estudiantes en el respeto y cuidado de las instalaciones comunes y la diversidad. Y es que creo que los centros educativos suelen tener buenos programas de integración social para alumnos con discapacidad o necesidades especiales.

Con todo esto quiero decir que pienso que el sistema educativo español se actualiza continuamente para dar a los estudiantes su mejor versión. Obviamente, todavía quedan elementos por mejorar e incorporar nuevas metodologías de enseñanza, pero en general es un sistema útil que dota de buenas capacidades a sus estudiantes.

À bientôt!

Lidia